martes, 2 de abril de 2013

FANTASEANDO CON LAS NUBES


¡Cuantas cosas por el cielo
ví pasar esta mañana,
mientras miraba hacia arriba
asomada a mi ventana!

Ví un feroz oso polar
corriendo tras de una oveja
y a un gatito de angora
jugando con su madeja.

Una madre con su niño
que en los brazos acunaba
y también ví un bello ángel
con sus dos preciosas alas.

Un conejo de peluche,
un ramo de rosas blancas
y en una bandeja azul
de merengue, ví una tarta.

Un lago con muchos patos,
una montaña nevada
y con su vestido largo
ví también pasar un hada.

.Un delfín y una ballena,
un barco  con muchas velas
un árbol con muchas ramas.
Una bonita cabaña,

¡Y de pronto……me asusté!
pues  montada en una escoba
pasó una bruja malvada,
que extendió su capa negra
y oscureció la mañana
y las cosas que había visto
fueron desapareciendo
en forma de gotas de agua
al suelo fueron cayendo.

Entonces yo comprendí
que lo que ví esta mañana
heran con distintas formas
nubes blancas que pasaban.

Ana Mª Catalá Ricarte
Noviembre de 1999.


A PESAR DE MIS DUDAS


Aunque digo ser cristiana
la religión no practico,
no soy de misas diarias
ni siquiera, de domingos.

No me confieso hace un siglo
ni  tomo la comunión
pero tu sabes Señor,
que yo te llevo conmigo.

Se que peco de pereza
para asistir a tu iglesia
como es mi obligación,
pero aunque de tarde en tarde
cuando entro por sus puertas,
lo hago con  devoción.

Soy consiente, de que a veces,
se crean dudas en mi mente
de que existas en verdad,
y que le temo a la muerte
mas que por perder la vida
por si después de que muera
no te pudiera encontrar.

Se que dudo de la Biblia
al leer muchos pasajes
a los que no hallo cordura,
pero a pesar de mis dudas
mi fe por ti sigue viva.

Creo que naciste y viviste
en este mundo en su día
que andantes por los caminos
predicando tú doctrina.

Que muy pocos  comprendieron
tus palabras tan divinas,
que por salvar nuestras almas
no dudaste en dar la vida.

Por eso cuando te veo
en esa cruz suspendido,
tu cuerpo lleno de llagas
con tu cara ensangrentada
por la corona de espinas
y veo tus pies y tus manos,
con dolor y rabia digo:


¡Quien pudiera! haber luchado
contra aquella injusta gente,
y haber podido librarte
del martirio y de la muerte.

¡Quien pudiera!  haber estado
aquel día en el calvario,
y arrebatarles los clavos
que al madero te clavaron.

¡Quien pudiera! haber parado
aquella lanza asesina
que  atravesó tu  costado.

¡Quien pudiera Señor mío!
haber podido hacer algo
para salvarte la vida.


Ana Mª Catalá Ricarte

5-3-2013


LA NOCHE


En su regazo me acuesto
me duermo con su silencio
y me adentro de su mano
en el mundo de los sueños.

Ella me lleva volando
hasta el mismo firmamento,
y me columpia en la luna,
y me muestra los luceros.

Nos subimos a la grupa
de la cola de un cometa,
que nos lleva galopando
a conocer las estrellas.

Con su brisa me despierto
apenas, casi un momento,
de nuevo sierro los ojos
y otra vez vuelvo a mis sueños.

Hemos pasado las Osas
la mayor y la menor,
saludamos a Saturno
y llegamos a Plutón

Allí nos damos la vuelta
al  volver hacia la tierra
contemplamos los colores
de la Aurora Boreal

Y ya cansada la noche
me trae de nuevo a mi cama
y se marcha a descansar,
cuando el lucero del Alba
está a punto de llegar

Ana Mª Catalá Ricarte
 2000